HIMNO AL SOL
Porque sí
porque aún no apareces por sobre el filo de la montaña
y ya los
pájaros te saludan ya sus gargantas
qué
algarabía se han desentumecido
y la
escarcha que agravaba las hojas del arbusto comienza a desleírse
y ya brillan
con destellos de plata las telarañas del rocío
Aquí vengo
temprano en la madrugada
a darte mi
saludo vengo porque sí con mi perro
traigo
todavía la botella en la mano
mi perro y
yo venimos a alabarte entre el alboroto de los pájaros
ya mis amigos
se durmieron pero yo esperé que albearas para venir a verte
niño niño
sol y aquí me tienes sentado en esta piedra
La neblina
se abre una mirla cruza una flecha de fina punta
amarilla
como si llevara un brillo tuyo en el pico
y ahora sí
asomas por sobre el filo negro de la sierra
y de las
rocas del asfalto de la carretera se alza un vapor blanco
montañas que
una tras otra van oscureciendo puertos
que
despiertan uno tras otro has venido has venido
Ahora la
culebra en el arenal te alaba desenroscándose
mostrando
para nadie para ti su dorso
y en el
caballete del tejado un gallinazo te recibe con las alas abiertas
y todo se
desentumece se hace tibio se hincha
la tierra mi
escroto que tu rayo toca cuando separo las rodillas
Los
filósofos dicen que no eres un dios
dicen que no
eres más que una piedra ardiente un globo de fuego
que no eres
tú quien engendra y hace brotar la vida en el pantano
ni crías el
oro en la veta del recoveco de la montaña
Pero yo te
saludo como a un dios
porque sé
que eres tú y nadie más que tú abuelo sol
quien ahora
mismo está engendrando en el aire los bichos
y haciendo
nacer la gusanera en la podre del lodo
y
engendrando las pepitas de oro en el recoveco de la roca
Como eres tú
quien saca los seres y las formas de la noche de la nada de la noche
y urdes la
fantasmagoría de las cosas y creas de la oscuridad los colores
tocas con tu
luz la hoja del drago y la hoja enrojece
y a tu roce
la hierba verdea y la espiga del maíz amarillea
ahora que tu
rayo oblicuo dora a lo lejos la neblina
ahora en
esta hora en que todo es azul y dorado
Porque sí
porque yo sé que el oro de la espiga es tuyo
y que la
alabanza de los pájaros es para ti siempre sol
de los
pájaros que ya desde el alba comenzaron su algarabía
porque eso
es lo primero que tu calor desentumece
las
gargantas las lenguas de los pájaros
Eres sobre
todo semejante a un dios por tu indiferencia
alumbras por
igual a la víctima y al victimario
y no
distingues entre el enemigo y el amigo
ni entre el
enemigo del amigo y el amigo del enemigo
haces crecer
el tronco recto de la palma y el tortuoso del terebinto
y brillas
igual sobre las cúpulas doradas de las catedrales
y sobre la
miseria de los leprocomios
Por eso
pongo la botella entre los muslos y extiendo los brazos
como el
gallinazo del caballete del tejado abre las alas para alabarte
mi perro se
alebresta se levanta de un salto comienza a ladrarme
y hasta me
parece que los pájaros me silban sus burlas
Porque sí
porque haces madurar la fruta verdibermeja del mango
y podrir
todo sol la carroña de la comadreja
fermentas el
vino y haces agriar la leche
al oso que
sale de invernar en países de nieve
le calientas
el escroto para que busca a la hembra
y aquí mismo
ante mis ojos tocas la flor diminuta del diente-de-león
y la florecita
amarilla comienza a abrirse
Porque si
los gusanos se alegran se menean en el pantano y te saludan
y en el
monte los monos saltarines te alaban con sus piruetas
cómo no he
de alabarte yo que tengo entendimiento
cómo no he
de arrodillarme en esta piedra para hacerte zalemas
aunque los
pájaros burlonamente me silben
aunque me
ladre alebrestado mi perro
de “Poesía completa. José Manuel
Arango” Edición y prólogo de Francisco José Cruz. Biblioteca Sibila. Fundación
BBVA de Poesía en Español, 2009
Privilegio de haber conocido a JOSE MANUEL ARANGO gran Poeta Colombiano
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