domingo, 7 de mayo de 2017
UN POEMA DE ANTONIO CABRERA
MÍMESIS
A Rafa Correcher
LA luz solar percute
sobre las copas de los árboles
con resplandor y mácula,
con el carbón que esfuma
la penúltima lumbre.
Está ocurriendo: llega hasta las hojas
que van a diluirla, y al diluirla
la dejan existir.
Soy testigo
de su fuego templado.
Se queda en mí
como una incrustación
y arde a la vez,
muy sobriamente.
Sé que la estoy falsificando
con tanta realidad.
de "Corteza de abedul". Tusquets, 2016
Etiquetas:
Antonio Cabrera,
Poesía
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Antonio Cabrera mezcla como nadie filosofía y poesía, pensamiento y lirismo; es un verdadero maestro de la sensación, así que elegir el poema es un regalo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLeer a Antonio cabrera es un regalo para los sentidos. Siempre acabo volviendo a sus libros, pues todos ellos son un referente y un espejo en donde mirarse.
ResponderEliminarMuchas gracias, José Luis. Un fuerte abrazo!
Agradecer de nuevo al maestro y amigo Antonio Cabrera la dedicatoria de este poema. Impagable y necesaria la obra de Antonio. Coincido en ese regreso continuo que todos hacemos a sus versos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rafa. Cuando una obra aguanta múltiples lecturas es que tiene asientos sólidos. Sus libros ocupan un lugar muy especial de mi biblioteca. Un saludo.
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