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Me vi cayendo hacia el interior
de mí mismo y llegado al punto
de girar la cabeza y entender
que ya no existe forma de retorno,
lo más coherente
es disfrutar del sueño perseguido
que es saberse una piedra en su caída
dentro de un pozo sin tapón.
Ya llegará el momento
de que al vacío se le desdibuje
esa total ausencia de asideros.
solo hay que lograr despertarse y pasar a otro vacío.
ResponderEliminar(siempre me despierto muy rápido de esos sueños, con un espectacular salto! ) =)
Asideros en el vacío...Bueno, supongo que en los sueños todo es posible (y en el verso ¿no?). Últimamente creo que tengo demasiados sueños de esos de los que habla Emma, pero no encuentro asideros...Uy! Asidero, asidero......Creo que mi cerebro ha asido la palabra. Abrazos
ResponderEliminarEse final es realmente magnifico, como siempre...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Marian
Retornar es muy complicado...soñar es la luz de la vida pero despertamos y...qué hay? Un vacío.
ResponderEliminarUn abrazo
El poeta cuenta lo imposible. Que al "vacío se le desdibuje la ausencia de contornos"... Parece una tautología, audaz, un bucle... ¿Y esas lecturas de Juarroz, cómo van?
ResponderEliminarGracias Amig@s.
ResponderEliminarAnónimo: ¿Piñeiro?, pues voy subiendo escalones por esa poesía vertical. No me cansa leer a Juarroz y lo mejor de todo es que noto que su lectura me está influyendo. A sido un buen descubrimiento.
Un abrazo y buen verano!!
Hombre, me alegro. Un abrazo a ti también, aunque no demasiado fuerte porque estos calores... Nos seguimos escribiendo.
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