sábado, 13 de abril de 2019

DOS POEMAS DE MARCELA DUQUE




EN UN ESPEJO

MIRA esos tulipanes.
No sé tú,
pero los miro y quiero ser mejor persona.

¿Por qué si son pedantes, presumidos?
Levantan sus narices por los aires.
No bajan la mirada para nada.

Míralos, míralos
qué altos y qué esbeltos,
rectos como quisiera hacer mi vida.

Pero qué pose antinatural.
¿Cuándo has visto un tallo tan erguido?

Quizá se empinan, sí, pero hacia el cielo
y mira lo vivaz de sus colores
cómo llenan los caminos de alegría.

Qué despliegue de pigmentos tan pomposo,
Su derroche es tal que escandaliza.

Si es así, entonces, que así sea.
Que mi vida escandalice a los apáticos.



DON Y OFICIO

ES bueno que se te resistan las palabras,
que no sean acuarela sino mármol,
obra de cantería.
Que tengas que percutirlas con escodas,
esperar a escuchar el ritmo en tus oídos
y volver, con más empeño, a dar el golpe.
Que sientas el rigor de trabajar
en las entrañas recónditas
del universo,
donde yace la pieza que deseas.
Tu trabajo es, entonces, desbastar, pulir, lijar
hasta que el roce con la piedra
te abra heridas.
Cuando tengas que empezar el acabado,
la finura de los últimos detalles,
recordarás que también con un buril
se grabaron las primeras formas de escritura.
Es bueno que te canses,
que se te oponga tozuda la materia
y a veces sufras
la monotonía de labrar en vano.
Así cuando el poema, ligero, emprenda el vuelo
y lo veas palpitar, sabrás que en él
está presente un soplo que no vino
de la sola pericia de tus manos.


       de “Bello es el riesgo” Ediciones Rialp, 2019


2 comentarios:

  1. Leo los poemas y percibo la madurez de esta joven poeta. Un gran descubrimiento. Gracias,

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  2. Es un libro precioso. A mí me ha encantado, y deseo que siga escribiendo pues es una poeta muy joven y seguro que tiene mucho que decir. Un abrazo.

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