Foto de Feininger Lionel
Siempre a las seis en punto
suena el despertador de la mesita.
Siempre a las seis de la mañana en punto.
Cuando empiezan las sombras a marcharse.
En el momento justo en que el tranvía
sale de la cochera reluciente,
borrado ya el grafiti inverosímil.
Cuando emprende de nuevo la ciudad
el cuándo, el qué y el cómo.
Siempre a las seis, aunque las persianas
seguirán tan cerradas como siempre.
Hasta que sea de noche ya del todo.
de "Brooklyn"
Muy bueno. Felicitaciones
ResponderEliminarTal vez, hoy en día habría que añadir también el "dónde", porque se ha convertido nuestra vida en una total incertidumbre.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Es genial,
ResponderEliminarme ha encantado,
un saludo
Hermoso poema, lleno de fuerza y, a la vez, de serenidad.
ResponderEliminarQuién no ha sido alguna vez su propia jaula.
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