Todos apretujados en aquel enorme congelador, bajo la atenta mirada de la experta que controla temperatura, sensores, lucecitas, alarmas y relojes. Todos literalmente tiesos, menos uno que lucha por destacar entre los demás, forzando un latido, en espera de que esa mano inocente, algo divina, decida sacarlo de su frío ostracismo.
martes, 19 de abril de 2011
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Realmente un juego en el que hay mucho que ganar. magistral José Antonio.
ResponderEliminarSaludos
ese que lucha es el revolucionario...y la mano que elige...quién es?
ResponderEliminarQué angustia... no sé si mi interpretación de este micro es la correcta pero me parece injusta esta elección del azar.
ResponderEliminarBesos
Cita
Muy bueno, bien llevado, solo el título me ha hecho ver con demasiada antelación la resolución del micro. Un abrazo.
ResponderEliminarPero suele tocar al que menos lo necesita. Muy interesante el relato.
ResponderEliminarSaludos.
Genial este microrrelato. ¡Qué tengas felices vacaciones! Un abrazo y un placer que vinieras a Vilapoética. La gente se ha quedado muy contenta y esperamos una 2ª edición.
ResponderEliminarSiempre hay alguien que lucha e intenta destacar pero es el azar el que decide.
ResponderEliminarBuen micro
Un saludo
Espermatozoides congelados?
ResponderEliminarEso es lo que he pensado.
A ver si voy a tener que ir al psicólogo.
Saludos.