sábado, 13 de marzo de 2010
DE LA MARIPOSA SÓLO QUEDA EL POLEN
Cuando a la hierba se le caen las hojas
formando un manto que protege
es cuando la lombriz se estira
dejando a la intemperie sus anillos
sólo por ver lo que ya sabe,
el comienzo, el principio de un prefacio
que avanza, que ilumina.
Cuando de los balcones cuelgan
palabras sin la hache
y algún geranio adormecido es cuando
abundan las verdades sin salitre
y esa llama enfriada queda
entonces esperando que una gota
de cera la encapsule y la proteja.
Y cuando se retrasa el eco
y las palabras llegan con plomada,
es mejor diseñar la espera,
precintar los ojales y dejar
los ojos entornados, con los párpados
hibernando y las pieles hacia dentro
hasta que el músculo que no responde
quede ya sujetado, al fin,
a su lengua y poder decir un grito,
aún con la boca muy cerrada.
Etiquetas:
Poesía
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Aunque eco se demora, queda rebotando entre las rocas del alma, tal como tu poema.
ResponderEliminarY que las palabras sean...
ResponderEliminarExcelente poema.
Felicitaciones.
Alicia
Es un momento de espera en el que mejor permanecer silenciosos a la espera, como tú dices, hasta que llegue el momento del verbo y la libertad expresada. Un saludo
ResponderEliminarPrecioso. Como siempre. Y el final, mágico: "y poder decir un grito, aún con la boca cerrada." No hay más que decir. Saludos
ResponderEliminarJosé Antonio, me gustan tus balcones con geranios y palabras colgadas sin la hache, me gustan tus gritos con la boca cerrada, pero me pregunto cómo se puede diseñar una espera, cómo manejarla.
ResponderEliminarLo pienso, releo tu poema y entiendo. La poesía consigue maravillas, condensa pensamientos y expande posibilidades.
Precioso.
Tiene una fuerza brutal el poema. Lo he tenido que leer dos veces. Lo he forzado para desmigarlo.
ResponderEliminarProfundo cuando llega...
Abrazos.
Laura
Es posible que tengas razón y ese entornarse sobre sí mismo sea alguna forma de gritar, pero también puede ser camuflar ese grito o posponerlo. Todo menos que desaparezca. Un abrazo amigo. Te estás encumbrando muy alto en la metáfora.
ResponderEliminarChico , hay que ver lo inspirado que estás. Sigue, sigue, que aquí iremos leyendo ... y disfrutando, claro.
ResponderEliminar"precintar los ojales y dejar
ResponderEliminarlos ojos entornados, con los párpados
hibernando y las pieles hacia dentro"
Cuanta contención, las palabras unidas en una cadencia, en un ritmo... evocan tanto tus poemas!!
me encanta..
Un saludo
Excelente poema, José Antonio. La tercera estrofa me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarBesosssss.
Cuando de los balcones cuelgan palabras lo mejor es soltarlas no sea que entren de nuevo en casa.
ResponderEliminarLa China
Gritos con la boca muy cerrada...
ResponderEliminarPronto ni eso.
Saludos.
Encantadora tu poesía y me quedé con la frase: "... abundan las verdades sin salitre" ...
ResponderEliminarSaludos.
Sill
Magnifico poema, con la última estrofa excepcional.
ResponderEliminarGrato descubrimiento de tu versar.
con cariño, esencia.
Un estupendo poema, a puro talento, con imágenes soberbias y un gran final. Me ha llenado de satisfacción descubrirte. Ferlicitaciones, muy bueno. Un abrazo
ResponderEliminarY precisamente la belleza poética está en la espera... o en el momento justo en que el grito se forma, premonitorio de un magnífico verso.
ResponderEliminarInquietantes imágenes para un poema sobre poética... o sobre corazón.
Me alegro descubrir tus versos.
Un beso.
S.
Muchísimas gracias a tod@s por vuestros comentarios, seguramente demasiado generosos.
ResponderEliminarUn abrazo.