Rosas y lirios,
donde las aguas se abren
y el horizonte se tiene.
Y un árbol, el de la vida,
donde las manos se enredan
en un tronco pegajoso
de tentaciones y pecados.
Y unas frutas
en cuyo interior crecen gusanos
con lengua bífida y trajes de sotana.
Y unas manos pecadoras
señalando al Cielo
con el signo de un generoso cuerno.
¡Habemus Papam!
Realmente sobrecogedor.
ResponderEliminarEl poema es impecable.
Saludos.
Sobran las palabras. Todo quedó diho en estos versos arrogantes y certeros.
ResponderEliminarUn dia provechoso, veo que el cambio de imagen tambien ha provocado un vendaval de entradas fructíferas y con las ideas claras, como la de esta.
ResponderEliminarSólo donde el horizonte se tiene cabría un cuerno así de desafiante....
ResponderEliminarUn abrazote
Marian
Excelente poema amigo, te devuelvo la visita y te enlazo para poder seguirte.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Cálido abrazo.
Impactante poema, en el que presumo subyace entre sus letras algo más que lo meramente religioso. Imagen y versos se conjugan de maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo, estimado amigo
¡Santa María sin pecado concebida!
ResponderEliminar¡ Ave María purísima, sin pecado concebida! (Ahora sí me acordé como se dice...)
ResponderEliminarGracias a tod@s por los comentarios, pues este Blog no sería nada sin ellos.
ResponderEliminarAmiga Clara, noto que necesitas un cierto repaso en tus lecturas religiosas, te interesa pues por menos ha ido gente a la hoguera, je, je.
Un fuerte abrazo a tod@s.
Más generoso eres tú, que nos convidas este festín...
ResponderEliminarde poesía.
Gracias José Antonio.