A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias. Por eso, al abrir el armario y ver al abuelo, como dormido, entre mi ropa, no le dije nada. Tampoco le dije nada cuando fue la abuela la primera que apareció entre las perchas, y allí estuvo hasta que el abuelo fue a hacerle compañía. Yo, para no molestarla, me callo siempre, incluso cuando me crucé con el gato, y éste al verme dio un respingo y salió huyendo, despavorido, todo erizado, resoplando, como si se hubiera topado con una pobre alma en pena.
martes, 29 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
el gato, que ve mucho mejor que nosotros, te da la razón,...y sabe que no hay que fastidiar a una mujer en sus estrategias...MiAuuuu! :)
ResponderEliminarqué prudente!
ResponderEliminarImagínate decirle a tu mujer que su armario está lleno de muertos. Los únicos muertos que le gusta ronden por ahí son Versace, Channel, Balenciaga....
ResponderEliminarYo también tengo varios espíritus por mi armario y no pasa nada. Claro que yo no lo comparto con nadie y nadie tiene porqué quejarse.
ResponderEliminarsi es que la gente guarda muchos cadáveres en el armario, y uno al final, por vivir en la realidad, acaba convirtiéndose en fantasma. Abrazos!!
ResponderEliminarMe encantaria interrogar al gato... ese sabe latín
ResponderEliminarBeos
Cita
Lo que no se guarde en el armario!!! Hasta reliquias...
ResponderEliminarMe gustó mucho
Un beso
Yo tengo una calavera en un armario. Se la regaló un estudiante de medicina a un amigo y éste me la pasó a mí. Ahí está desde hace años. Es un engorro. No sé qué hacer con ella pues con el amigo que me la dejó para que la fotografiase he perdido el contacto.
ResponderEliminarQue mujer más dulce.
ResponderEliminarUna santa.
Saludos.
Buen micro, José Antonio.
ResponderEliminarEl narrador es un hombre modosito, apenas habla, pero... actúa.
Un abrazo.
Muy bueno José Antonio. Pudiste crear un ambiente surrealista donde no se sabe qué es real, qué es imaginario y qué es mágico. Me encantó. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarUn armario donde todo puede caber, muy bueno, ¡sí, señor!
ResponderEliminarSaludos.
Muy bueno el microrrelato, me encanta ese gato fisgón del armario... Un abrazo grande y feliz semana. Nos vemos este sábado.
ResponderEliminarYo soy mas prosaico. Guardo solo mis amantes ... sin ropas.
ResponderEliminarPero bueno, Javier, ahora mismo estaba escuchando tus "Paisajes Sonoros", casualidades de la vida.
ResponderEliminarYa saliste del armario!!
Venga, nos vemos en Nevares.
Por ahora estoy asomando la nariz por la puerta entreabierta.
ResponderEliminarTe espero en el ultimo tren ...
Pues mientras te decides a salir podrías ponerte una fotito aunque sea esa del velo.
ResponderEliminarAhora mismo voy a tus "Paisajes..."