LAS LÁGRIMAS DE AGOSTO
Quién no lo habrá
soñado en esas noches
de turbia soledad, bajo el hechizo
terrible de una luna indiferente,
como en aquella noche de verano
lo soñé yo, con empañados ojos,
en un cuarto sin luz, lleno de libros,
pidiendo a un Dios ausente lo imposible:
una puerta al regreso, una salida.
CANCIÓN 5
(Diálogo en la oscuridad)
Todavía algunas noches,
padre mío, me despiertas
y me preguntas,
temblando,
como a través de la
niebla,
si ha de venir algún día
para ti la primavera.
-¿Es que no sabes que
has muerto,
que donde estás no
florece,
cuando es abril, la
semilla,
aunque en el campo la
entierres?
Y contestas: -"Hijo,
¿cómo
me hablas estando yo
ausente?
¿A quién de los dos,
entonces,
está engañando la
muerte?”
PRIMAVERA EN EL AIRE
Creías
que la niebla y el mal tiempo
no acabarían nunca, que en tu casa
no volvería a entrar la primavera.
Y esta mañana, mira:
un año más florecen los cerezos;
álamos y castaños tiemblan ya de hojas verdes;
el aire huele a juventud y a huerta;
y el río, antes dormido bajo el hielo,
vuelve a correr al sol, más limpia el agua.
Sólo el brochazo de esas nubes negras
parcelando la sombra, monte arriba,
te advierte que esta pausa termina en otro invierno.
Y aunque el frío y el mal tú los conoces,
inocente y feliz como el jilguero
que ahora recita versos de amor a un Dios extraño,
-escúchalo- también bajo otras nubes,
tu pobre corazón canta por dentro.
del libro “Reunión”.
Editorial Comares
Para saber más del autor: http://josemateos.es/
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