A Elena
Si abriéramos un hueco
en la piel propia o en la ajena.
Si miráramos dentro,
apartando detalles inauditos.
Si llegáramos a observar el fondo,
inaccesible a nuestra vista,
acostumbrada a ver lo comprensible.
Si abriéramos la piel de nuestra casa,
si hiciéramos un hueco circular
en la pared que aguanta los pilares.
Si fuera un agujero trasparente
tan hondo como el fondo de una voz.
Si el mundo fuera un hueco transitable.
Si pudiéramos ir de hueco en hueco.
Si esa piel que rodea el cuerpo
pudiéramos abrirla.
Si cualquiera pudiera entrar por ella.
Si viéramos las pulsaciones
del corazón del otro que nos pide
ofrecimiento mutuo.
Precioso poema. Saludos.
ResponderEliminarHermoso poema. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Aitor. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Vera. Un abrazo.
ResponderEliminarmaldigo las frases bíblicas porque parecen sanciones que se convierten en ¿verdades?...pero: "bienaventurados los que creen sin ver"...
ResponderEliminares hermoso José Antonio
Miriam, un fuerte abrazo!
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ResponderEliminarSi todo.
Que muy hermoso y buen poema, gracias.
m.
Gracias a ti.
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