martes, 17 de enero de 2012

UN POEMA TONTO

Cuando quiero decir,
                                no digo.
Pues, así, sin haberlo dicho
es como si dijera
lo que por no decir, me callo.

El no decir ya dice.
Por eso nunca digo cuando digo,
pues no hay necesidad de que se diga
lo que, sin duda, no se dijo nunca.

¿Para qué necesariamente oídos?
¿Para qué necesariamente voz?
¿Para qué repetir lo mismo siempre?

Si, al fin y al cabo
decir, lo que es decir, ya dije.

Y si no fuera así, que no dijera,
ahora está dicho.
                          Digo…

7 comentarios:

  1. ¡Ánimo y no decaigas! Continua con tu obra, que aún queda mucho por decir y hacer.

    ResponderEliminar
  2. Pues, así, efectivamente, dicho queda ¿O no? :)

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Genial José Antonio. Tantas veces hemos dicho que ya no se sabe si merece la pena continuar diciendo lo que ya se dijo.
    Bueno mejor la palabra que el silencio.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Coincido contigo. A veces no decimos, diciendo tanto.

    ResponderEliminar
  5. Si es que escribir es una droga dura... Esperemos que no la ilegalicen ;)

    ResponderEliminar