martes, 24 de enero de 2012

OTRO POEMA SIN TÍTULO APARENTE

                                      Foto de Maia Flore


Preparar la hoja y escribir lentamente.
Al rato cierto leer lo que ha quedado.

Si leemos la palabra vida
se ha de parar y abrir una ventana:
veremos que una rama nueva nace,
también que viene un niño a saludar.
Se verá un pájaro perder su presa,
y si se mira bien
sabremos ver la misma cosa
mirando al exterior o al interior,
mirando hacia fuera o desde fuera,
estando la ventana abierta
o sólo abierta la mirada.

Si se lee la palabra muerte
se debería de seguir leyendo,
hasta dar con la letra que se esconde
o el signo que la acorta.
Toda palabra neutra viene
para igualar al oponente,
hasta llegar
al estadio anterior a algún lenguaje,
como un silencio que nos suena
o ese rayo que avisa
antes de oírse su desgaste.

Pero si nada queda en la hoja,
si no hay palabra escrita
después del gesto de escritura,
es que supuestamente la hoja vino tarde.
O que en el aire se hizo el gesto.
O que nunca hubo gesto ni hoja.
O que algo quedó escrito pero
                                             en otra lengua.

5 comentarios:

  1. Me encanta la lectura de la palabra vida. Un abrazo

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  2. Bravo! Menuda sensibilidad, y no sé si tendrá título o no, pero esa foto que has puesto, que por cierto es soberbia, le sirve de prólogo a la perfección.

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  3. Gracias, Maite. Estoy contigo, la foto es preciosa.

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