Uno de esos poemas que cortan el aliento, que dejan la huella de lo que no debería existir a que sin embargo a veces alentamos con nuestras actitudes del toso irresponsables. Un gran poema. Gracias por mostrarlo. Un abrazo
La guerra es una "solución " primitiva, pillaje disfrazado,como decía Voltaire, generación de caos.Cuánto sadismo disimulado bajo un uniforme. Recuerdos amargos me vienen de la "mili".
Gracias, José Antonio, por llevar el poema a tu blog. Te cuento una anécdota que pudo ser el germen del texto. El año 1965 yo hacía milicias universitarias en el Campamento de la Granja. Por entonces el invicto Caudillo estaba intentando entrar en la OTAN. Como consecuencia de ello, llegó una televisión alemana que hizo reportajes para ver la preparación del ejército español. Entre estos reportajes se incluía un desfile por el Llano Amarillo del Campamento del campamento de milicias el día de la jura de bandera. En mi compañía y en otras los que éramos pacifistas nos pusimos de acuerdo para “equivocar el paso” en el momento de pasar ante las cámaras de la televisión alemana.
Sí, Luis, es un poema que no deja indiferente. Igual es ese ritmo marcial que pone los pelos de punta. José María, perfecta cita la de Voltaire y, efectivamente, es lo más sádico que te puedes echar en la cara. Por desgracia existen "entes" que saben manipular a la gente. Una guerra no la hacen sólo dos personas. Paco, gracias a ti por esta perla. El poema tiene su miga. Y esa anécdota me recuerda otras que también realicé. Eran pequeñas pataletas que no iban a ningún lado pero era la única forma de rebeldía. Maite,tienes razón, ese ritmo, ese ritmo. Un abrazo a tod@s.
Por desgracia las guerras son necesarias para el avance médico y tecnológico del ser humano. ¿Acaso alguien desearia vivir aún en la época de las cavernas invocando a los espíritus por una vida infinita?.
Uno de esos poemas que cortan el aliento, que dejan la huella de lo que no debería existir a que sin embargo a veces alentamos con nuestras actitudes del toso irresponsables.
ResponderEliminarUn gran poema.
Gracias por mostrarlo.
Un abrazo
La guerra es una "solución " primitiva, pillaje disfrazado,como decía Voltaire, generación de caos.Cuánto sadismo disimulado bajo un uniforme. Recuerdos amargos me vienen de la "mili".
ResponderEliminarGracias, José Antonio, por llevar el poema a tu blog.
ResponderEliminarTe cuento una anécdota que pudo ser el germen del texto. El año 1965 yo hacía milicias universitarias en el Campamento de la Granja. Por entonces el invicto Caudillo estaba intentando entrar en la OTAN. Como consecuencia de ello, llegó una televisión alemana que hizo reportajes para ver la preparación del ejército español. Entre estos reportajes se incluía un desfile por el Llano Amarillo del Campamento del campamento de milicias el día de la jura de bandera. En mi compañía y en otras los que éramos pacifistas nos pusimos de acuerdo para “equivocar el paso” en el momento de pasar ante las cámaras de la televisión alemana.
Unos versos con un ritmo perfecto, remarcados en esos pasos militares un-dos, muy bien utilizado este recurso.
ResponderEliminarSí, Luis, es un poema que no deja indiferente. Igual es ese ritmo marcial que pone los pelos de punta.
ResponderEliminarJosé María, perfecta cita la de Voltaire y, efectivamente, es lo más sádico que te puedes echar en la cara. Por desgracia existen "entes" que saben manipular a la gente. Una guerra no la hacen sólo dos personas.
Paco, gracias a ti por esta perla. El poema tiene su miga. Y esa anécdota me recuerda otras que también realicé. Eran pequeñas pataletas que no iban a ningún lado pero era la única forma de rebeldía.
Maite,tienes razón, ese ritmo, ese ritmo.
Un abrazo a tod@s.
Por desgracia las guerras son necesarias para el avance médico y tecnológico del ser humano.
ResponderEliminar¿Acaso alguien desearia vivir aún en la época de las cavernas invocando a los espíritus por una vida infinita?.
No sé qué contestarte, Javier. Las guerra NUNCA son necesarias!!
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