domingo, 9 de enero de 2011
JARDÍN DE INVERNADERO
Jan Saudek
Como una rosa de baranda,
con el rizo de terciopelo
cayendo con orgullo por la frente.
Las lentejuelas del vestido
cosidas con punzadas de brillantes,
soltando esporas como copos.
El abanico rosa de mujer
cañón con el que esconde a medias
la parte baja del escote,
dejando ver la pluma fucsia
que sobresale del pezón derecho,
donde suele colgar a sus amantes.
No queda parte de su cuerpo
que no le tape el pecho enorme, hinchado,
por la falta de savia que relaje,
orgulloso de estar sin cobardía,
de poder enseñar su indiscreción,
forzado a presentarse como parte
de una caricatura bien llevada.
Ella, contenta de tener su vida
marcada con tatuajes,
presumiendo del nido de gorriones,
desgarrado, orgullosa de aguantar
la aguja del tacón en equilibrio,
deseosa de soplar la pluma
de su figura artificial de moña,
su silueta
tan perfecta de eunuco
suspirando continuamente,
vencedora de ocultas desviaciones,
femenina a rabiar,
tan impecable, tan rotunda
que hasta su voz parece renovada.
Demasiada mujer
si no fuera por el intruso
en la entrepierna, el bulto
que da coherencia
a esa voz que le viene, le delata,
que no es la suya, que no asume,
que le impide forzar la diferencia.
Demasiada mujer y demasiado secreto.
Etiquetas:
De "La eterna pubertad de Lino",
Poesía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sí, a mi me daba la imagen de un ser un tanto poco natural...pero no tanto.
ResponderEliminarPero igual, sí, me quedo con eso del poder de enseñar su indiscreción.Es así, siempre van como muy seductoras y me imagino que se preguntarán porque las mujeres naturales se tapan...que si ellos fueran naturales...más se mostrarian por todo lo alto y con orgullo.
En fin, sobre gustos...colores!
Delicado..suave y rotundo son tus versos,ya diría excelente!! sublime! has conjugado sin reparos la parte mas secreta de "esa mujer" en cuerpo de hombre,o "ese hombre" en cuerpo de mujer,hay moñas ..mariconas..transexuales y travestidos..gran diferencia entre ellos..
ResponderEliminarpero en tu poema interpreto a una persona que sufre la condición que le fue impuesta sin poder ser ella.
me ha encantado tu poema..precioso!! te dejo mis petons muassss
Ah, los travestis, los transformistas, los "drag queens" y ese arte milenario de gustar, de jugar a ser mujeres; a ser diosas de carne, hueso y fantasía... Algunos incluso más hermosos (¿hermosas?) que ellas mismas... Pero siempre "el micrófono", el audio central que desentona de la imagen... ¿O es tal vez batuta para dirigir la orquesta...? Excelente, José Antonio. Ya te echaba de menos. Demasiado tiempo sin ti. Abrazos y feliz 2011. Lo mejor para ti.
ResponderEliminarQuerido José Antonio:
ResponderEliminarExcelente e irónico poema, que me descubre, en su puntillista descripción, a un inesperado fetichista -también lo era tu maestro de humor negro Azcona-.
Muy fino en ironía, también, el comentario de Pedro. Da gusto leer a personas que derrochan talento.
Un fuerte abrazo.
Elvira.
Creo que has expresado el drama de un secreto que no puede o no quiere permanecer en secreto, de manera impecable.
ResponderEliminarExcelente !
Un abrazo,
Cecilia
Un mágnifico retrato de actualidad, enmarcado gracias al talentoso vuelo de tu pluma.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, compañero.
Estupendo retrato, José Antonio, en estos versos que describen el eterno femenino cumplido a rajatabla por alguien quizás más femenino que cualquier mujer.
ResponderEliminarEs cuestión de alma y se adoptan los signos externos con precisión y auténtica necesidad de ellos, como quien coge un paragüas para resguardarse de la lluvia.
Me ha agradado mucho la ternura que hilvana tus versos.
Un fuerte abrazo.
La foto no tiene desperdicio, es toda ella una metáfora. Me ha gustado la manera en que abordas un tema que por lo general produce gran rechazo por parte de la sociedad. Transexuales, travestidos, etc., no sé, que cada uno haga lo que quiera con su cuerpo, pero, en mi opinión, no deja de ser algo "antinatural".
ResponderEliminarBesosss.
José Antonio, sabes cómo mostrar lo innombrable con verbo fluido y majestuoso.
ResponderEliminarEsa duda interna, ese ser sin poder alcanzar la esencia de lo deseado. Realmente un texto para el tiempo lento, para pasear por entre sus letras sin querer llegar a nada, solo permitiendo que la humedad de las palabras le alcance a uno.
Saludos y feliz año.
Eróticos estamos - o hipermetafísicos, como dijo no sé qué poeta - . ¿Son tuyas las fotos?
ResponderEliminarVaya, la imagen me recordó a Gabi Shaves Herself de Jan Saudek. Muy buena :)
ResponderEliminarTodos llevamos alguna máscara impuesta, algún secreto innombrable. ¿O nó? Un abrazo amigo. Como siempre excelente desfile de imágenes.
ResponderEliminarLuego te leo y puede que hasta vuelva a escribir, deja que me quite esa imagen de la cabeza. Esa foto impresiona, ya se podría afeitar otra cosa.
ResponderEliminarPreciosas letras para describir algo actual, algo vivo en nuestros días pero que la sociedad sigue sin reconocer.
ResponderEliminarQuizás esa mujer sea más mujer que muchas de ellas.
Un beso
Jo, que bueno.
ResponderEliminarUna radiografía de luxe.
Saludos.
Vello que espolea rabiosamente descubierto, sobrevuelan al filo de una mueca que apenas se sostiene firme.
ResponderEliminarPrecisan las pieles vestirse de pieles, de talles ajustados, a medida.
Jocosas las envidias se sirven de burla, en celo se apresuran a desnudar sus almas lascivas y más oscuras si cabe.
La envidia, la ignorancia, el desconocimiento de lo “no casual•”, de lo abrupto a las miradas hambrientas y perjudiciales.
No me sabes más mujer ni más hombre, te miro y observo tus pies, flojeas y te acongojas, te ofrezco un lienzo en blanco, pintado por tu sonrisa erótica y etérea.
Eres mi musa, mi rejuela, la mujer del bocado rojo, apasionado.
Se tiñen de negro tus tacones y caes, pero nuevamente se alza tu rostro, de carmín pintado. Sin más necesidad de etiquetar, trepas a mis piernas, te sujeto… y todo lo abstracto se torna hermoso, reaccionario.
Gracias, amigas y amigos.
ResponderEliminar¡Buen fin de semana!!