La parte que ha escrito cada cual está diferenciada por colores.
Su Blog:
http://www.loqueledijealpapel.blogspot.com/
Humor de una corteza dilatada,
licor que se escurre en los conductos,
se expanden las ranuras ante el remojo de esa pócima
-impostergable celo que fundirá el cristal-.
Gotea el suero de las puntas
ante el saliente del leño en su fruición,
se dilatan las cuevas impregnadas de quejidos,
de ruegos licuados en satín.
¡Pétalos sobrepasados de aroma,
buscan el surco de un pulgar!
Viene ávida y doblegada
con ese labio púrpura
y acogedoras formas de una nota,
sin conocer las consecuencias
de tan osada pose; sabe abrir
la flor de su esqueleto, adecentado
con talco lila y sabe(¿logra?) apaciguar
la calma rota, el roce del temblor
que le descose los lunares
buscando apoyo en una elipse.
Todo estorba y nada pesa
en ese enjuague de apetitos,
marea de piel desenredada,
lanza al fuego las partículas de néctar
en ataques secretos hacia el mástil
-esa mandíbula implacable que le espera-.
Crisálida condenada a la erupción,
al vuelo libre en atmósferas de grito,
a la entrega inevitable de su cáscara,
escama desértica,
fuente codiciosa de humedad.
Mientras, espera que su fantasía,
esa forma imprevista que acuchilla el sopor,
que le muerde el lóbulo,
que la cubre de hermosas hebras,
suplicantes burbujas explotadas,
deje libre el camino a sus torrentes
y apaciguado el grito
recoja las puntitas de tentáculo
de su piel despegadas,
busque la horquilla que le falta,
se atuse el pelo descosido
y ya, contenta y satisfecha,
vuelva a elegir la parte interna del cristal.
¿La edad de la inocencia, o pérdida (entrega) de la inocencia en la edad cuando todo se merece, se prodiga y se derrocha? Tengo que regresar a leerlo más descansado (me toca irme a dormir en esta parte del mundo), con más detenimiento y tiempo para invocar el milagro de la ósmosis filo-poética y poder hacer un juicio más acertado de la interpretación que sea capaz de inferir sobre el poema en cuestión... Por ahora, felicitarlos de nuevo por una sólida y feliz colaboración. Ya había asistido anteriormente al majestuoso acoplamiento de este binomio poético, y repito: sois dos colosos de la poesía aunando talentos. Abrazos y mi admiración para ambos.
ResponderEliminarEs precioso. Enhorabuena a los dos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Pedro, si vuelves a leerlo verás que no es oro todo lo que reluce, aún así agradezco tu opinión, aunque esos comentarios me ruborizan, ahora mismo estoy rojo. Ya te digo que no es para tanto, aunque tampoco es para nada, eh.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Gracias Isabel, por pasar y comentar.
Un fuerte abrazo.
Cómo me gusta la cadencia de estos versos, su ritmo. Y el sopor acuchilladao. Feliz edad. Feliz colaboración.
ResponderEliminarAbrazo
Deliciosa experiencia de poema a cuatro manos... tenéis que repetirlo más veces...
ResponderEliminarGenial! y mira que no es nada facil escribir un poema a dos manos. Os felicito a ambos!!!
ResponderEliminarUn abracísimo!
Marian.
Por cierto el 30 de septiembre, en la librería LAIE de Barna, se realizará un recital-coloquio-debate entre una delegación de poetas puertoriqueños y otra de poetas barceloneses, yo recito en él. Si te apetece ya sabes!
Hola, reitero acá el comentario que dejé en el blog de Clara; magníficas letras. Llenas de sensualidad, muy descriptivas. Un honor leerles, gran dueto. Un abrazo.
ResponderEliminarMi querido amigo en la poesía: gracias por permitirme disfrutar de este ejercicio. Tu parte quedó excepcional, es la que más me gusta. Un abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarEl resultado es fantástico, y el poema, a la vista está, una maravilla, enhorabuena a los dos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Mantengo mi juicio sobre Clara y sobre ti, individualmente y como colaboradores, aunque te ruborices (el rojo es un color tan bonito y tan apasionado, de todas formas, que estoy seguro te queda de maravilla, jejeje). Vengo descansado a descubrir que el poema es una entrega y un descubrimiento, tal vez originales y en primicia. Nada como ese primer momento (¿encuentro?) en que de lleno y en la carne asaltamos y nos dejamos asaltar en el combate del amor (el acto realmente más violento y deseado en los anales de la Historia). Texturas, muchas, en este poema, táctiles, visuales, auditivas, provocativas: dedos, surcos, labios, humedades; exploración total del ente sexual y sus posibildiades trascendentales. Ternura y deseo contrapuestos y complementados. Tal vez me equivoque, pero me ha parecido una de las entregas más perfectas a las que he asistido. Acertado de mi parte o no, el poema es un prodigio arquitectónico de destreza léxica y metafórica. Una catedral, a lo Gaudí, para culto de la entrega primera o de ese momento en que nos entregamos por primera vez a alguien (no es lo mismo). Creo que definitivamente necesito ese cocktel al que alude a veces Clara, en este momento, jajaja. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso poema y difícil de realizar...aprender es bueno Jose Antonio.
ResponderEliminarMi mas enhorabuena a los dos por la calidad del poema y la mutua realización.
Un saludo
Buena mezcla ... está claro que ambos habeis tenido claro por donde debía ir el hilo conductor.
ResponderEliminarNo dejeis de colaborar, sobre todo si os salen poemas como este.
Genial duo de poetas. La alternancia no rompe el sentido ni la frescura del poema. Buena conjugación.
ResponderEliminarBesosss
Fantástico, como siempre.
ResponderEliminarDos esencias juntas, siempre plasmas una idea universal; con la fragancia de un silencio ininterrumpido.
Mi más sincera enhorabuena a ambos, y sobretodo a tí, José Antonio, por ésta admiración que te profeso y todo lo que aprendo en cada escrito tuyo.
Saludos.
Os aplaudo por conseguir unidad en un tema como éste y ensamblar las dos plumas tan bien, porque, posiblemente, de no ser por la diferencia de color, sería difícil distinguir a uno del otro. Está lleno de imágenes y vericuetos, es un poema de difícil lectura, pero, por ello, sabroso.
ResponderEliminarPor cierto, hay una zona en borrador:
"y sabe(¿logra?) apaciguar"
Me arriesgo a dar mi opinión: "logra", sin duda.
Un abrazo a los dos.
Laura
El poema es precioso e intenso...Especialmente, para mí, el final, que es desesperanzador, aunque no lo parezca... Nadie puede salvarnos de la edad que ya no es inocente... bueno, a veces sí, a ratos, sí...
ResponderEliminarSaludos.
Es precioso, tengo que volver a leerlo y seguir recreándome.
ResponderEliminarUn abrazo