Ni subido a una escalera conseguiría besarte, menos desde aquí, desde este lugar de mierda, que ni escalera tengo, sólo soledad y muchos sueños, donde la ventana de mi imaginación está siempre abierta; y un día apareces, como una nebulosa, y entras en mi espacio y dejas tus huevos para que sean fecundados y yo en mi esquina, expectante, sin saber cómo llegar a ti y que no te diluyas en mi memoria; y me viene esa idea de construir una infinita escalera recuperando todos los jirones que voy dejando por mis sueños y en la que tú sólo has de poner, si quieres, los peldaños.
Propósitos de un relato bárbaro
Hace 6 horas
Me gusta la idea que dejas de construir una escalera con jirones de sueños. Muy poética.
ResponderEliminarYa veo que le pides a los reyes peldaños para tu escalera, mejor que colonias, bufandas, guantes y carteras... Ojalá te regalen todos los que necesites para llegar al cielo. ¡Suerte en tu empeño!
Un beso
Amelia
¡Siete peldaños!
Una escalera al cielo
hecha de sueños.
Cuando la imaginación consigue lo que no consigue la realidad puede ser bonito pero es muy duro... y ya, cuando ni la imaginación consigue lo que tanto deseas es una tortura...
ResponderEliminarPrecioso relato
Mil besos
Cita
Gracias, Amelia, me parece que los Reyes son más materialistas y eso de pedirles una escalera que me lleve al cielo, como que les pondría nerviosos. Mi esperiencia me dice que este año toca un pack de colonia + masaje, o un paraguas.
ResponderEliminarGracias por el haiku, que me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Sueños cumplidos.
En el cielo me quedo,
¡Fuera peldaños!
Gracias, Cita, me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Desde luego, hay quien deja huella como para querer escalera y peldaños para llegarle tan solo a besar, si pudiera, los pies.
ResponderEliminarSanti, yo me conformo co llegar a la uña.
ResponderEliminar