miércoles, 12 de enero de 2022

DOS POEMAS DE CARMELO GUILLÉN ACOSTA


 

MI ÚNICA CERTEZA

 

ME podré equivocar en fechas, en augurios,

en los nombres de plantas que engalanan mi patio;

en aquellos lugares que casi no recuerdo

pero que siguen siendo bellos en mi memoria;

en cuestiones diversas que me surgen de pronto

e intento resolver de la mejor manera,

en un sinfín de cosas en fin, y en si me doy

lo suficientemente como para sentirme bien;

sin embargo, convengo en que no yerro nunca

cuando escucho al silencio y me dejo llevar

de sus sutiles toques de sus corazonadas,

de esa ansia continua con que acojo el deseo

de no perder jamás mi afán contemplativo.

 


LA VERDAD DE ESTE MUNDO

 

PORQUE un simple detalle justifica

la verdad de este mundo, nada quiero

sino seguir así fiel a lo nimio,

a la palpitación de lo diario,

a dejarme llevar por la costumbre

de una vida normal, igual que siempre.

Que nada, sino hendirme en la materia,

deseo más, ni nada se me hace

más propio que este ver cómo la vida

me impele a darme a las pequeñas cosas,

a su respiración sencilla y frágil,

a su necesidad; darme de lleno

a tantas poquedades: mi grandeza.

 

    De “En estado de gracia”. Editorial Renacimiento, 2021

 

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