domingo, 25 de junio de 2017

DOS POEMAS DE ANTONIO MANILLA


INSTRUMENTOS DE PRECISIÓN

El imponente plan del universo
cifrado en la eclosión de una semilla.

El calor de una estrella
alrededor del tallo de una rosa
sitiada por la nieve.

El espacio vacío
en las ramas de un chopo despojado
por el aire del otoño.

La ingravidez de los vilanos,
el frío de una ausencia,
el mismo azul del cielo en unos ojos,

con instrumentos tan precisos, ciegos.




BROZA

Parquedad de las cosas cuando mueren
en los campos de otoño, dejándose arrastrar
como un ahogado. Gualdas, grises, pardas
hojas que en la tormenta
se dan al viento sin quejumbre alguna.
Páginas arrancadas al libro de la vida
que en nada cambia su argumento, en nada.
Arderéis en las eras o en lenta pudrición
fecundaréis la tierra, humilde broza.


                                 de “Broza”, Editorial Pre-Textos, 2013

martes, 13 de junio de 2017

DOS POEMAS DE DANIEL COTTA



¿QUÉ ojos me pongo para ver la luna?
Es que se me ha posado en la ventana
y yo no sé qué hacer,
ni qué decirle.
¿La miro o no la miro?
¿La cojo con la mano o con un verso?
Mejor quedarse mudo,
no asustarla,
que cante su canción de plata y sueño
y dejarla brotar de su crisálida.
¡Silencio, está en mis ojos!
¡Si se quedara en mi ventana, quieta!
¡Si durase!
¡Si pudiera no irse para siempre!



CERVEZA

¿CÓMO es capaz la tierra
de bendecirme la garganta así?
¿Qué milagro obró el sol en la cebada?
¿De dónde logró el oro
burbujear en el cristal tan puro?
¿Quién os iba a decir,
dorados copos,
que había de beber vuestra nevada
en esta jarra donde ahora caso
el cielo con la boca?

            de “Como si nada” Libros Canto y Cuento, 2017

lunes, 5 de junio de 2017

UN POEMA DE MIGUEL D´ORS

NEVADA

LA noche quiso darme una sorpresa
y, al despertarme, el mundo apareció
transfigurado: ¡nieve!
                              Recubiertos
de blancura y silencio, los montes, los caminos,
las ramas despojadas del nogal
y los contenedores de basura,
todo era diferente, nuevo, como
si otra vez fuera a comenzar la vida.

Pero de todo ello
lo que me conmovió por más adentro fueron
-quizá porque de un modo misterioso
me hablaban de mí mismo,
de mis versos, no sé, de mi presencia
en el tiempo-
                   las leves
huellas de los gorriones en la acera.
                                               
                                      17-1-2015


de “Manzanas robadas” Renacimiento, 2017