lunes, 30 de julio de 2012

CHANTAL MAILLARD


Hay una libertad primera:
la de estar callado.
Y otra tal vez más alta:
la de permanecer muy quieto
escuchando el murmullo de todo lo que vive.
Pero cuando compruebo esa verdad tan simple
vienen gentes y en coro
gritan que les ofendo,
que no hay mayor insulto que negarse
a compartir el gesto y la palabra.
Yo les contemplo, muero un poco,
y por respeto a ti, Señor, sigo callando.

                                   De “Hainuwele y otros poemas”

4 comentarios:

  1. Una gran poeta. Gracias por compartir este poema.
    Un abrazo

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  2. Tienes razón, María. Me tiene fascinado. Un abrazo!

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  3. No hay mayor sabiduria que la de permanecer callado... Pero aquellos incapacez de reflexionar sobre su entorno y a los que les asusta encontrarse con ellos mismos pretenden que todos actuen igual, calificando de desvinculamiento a aquel que no baila a la musica de ellos, gran postura nos induce el poeta al apuntar que a pesar de todo el sigue imperterrito en su silencio...

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  4. Matan por momentos, al pretender quitarnos la primaria libertad de permanecer callados y quietos, de permanecer con nosotros. Fantástico poema ...

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