jueves, 20 de diciembre de 2012

DE FÁBULA



1

Es todo un ir subiendo.
Como esa hormiga que buscando tiernas
hojas se acerca al borde mismo.
Todo es subir,
hacia arriba, hacia abajo o a los lados,
según la posición de la escalera.
Como un ciervo que sube cuando monta.
Como una hembra que sube al ser montada.
Como la hormiga
asomada al abismo del peldaño.
Hasta la araña sube
al saber del temblor de alguna hormiga.
Y sube el hombre
cuando encuentra la recta que lo lleva,
aunque su sombra vaya por delante,
como bajando,
mientras baja la hormiga al ver la araña
y baja el ciervo al terminar la monta,
y la hoja se desprende y cae del árbol,
y escupe tela aquella araña
que nos obliga a estar inmóviles,
sin vibración ninguna.

                           

lunes, 10 de diciembre de 2012

UN POEMA

                                Fotografía de Masao Yamamoto





He decidido dibujar un pájaro
y esperar a que cobre vida.    

He decidido
que ese pájaro lleve en el brocal de su pico
el peso de un poema, atarle el lastre
de un fin antepasado, y aguardar
a que remonte el vuelo.

También he decidido dibujar
rachas de viento irregular, así,
si el pájaro volara,
iría hacia delante y hacia atrás,
como el revuelo inútil de una hoja
o el repaso de un índice sin orden.

Cualquier historia tiene sus renuncias.
La indecisión es la evidencia.

He decidido fabricar un pájaro
como quien recupera errores.
Así, el pico pudiera ser redondo.
Las plumas debieran ser sus manos,
el cante, mudo,
un ojo nada más, o dos no paralelos.

He decidido
saber si existe el aire.

Para ello
lanzaré el pájaro al vacío.
Irá sin alas.

sábado, 1 de diciembre de 2012

SEA BREVE


                                   Ilustración de Erika Kuhn


Una ventana hace de límite
a la siguiente
que encadenada está con otra
y así hasta el límite
que dictamina el encontrar
la ventana que abierta esté.

lunes, 19 de noviembre de 2012

POEMA

                                    Foto de Masao Yamamoto



Un día fue posible andar de espaldas
sin la testarudez del tiempo andado.
Avanzando hacia atrás.
Como quien va al revés
con la conciencia opuesta del sentido.

Fue posible ese día componer
las fibras adyacentes
que mantenían el calor intacto
donde debía de enfriar el frío.
Ese día cambió de vuelta el torno,
donde debiera haber un giro
hubo un espacio principal,
lo que fue izquierdo se hizo recto,
se puso encima lo de atrás
y lo que estuvo bien en lo anterior
se hizo mentira comparada.
El campo de la vista fue más nítido
pues mirar de costado ayuda
a entender el perfil de los extremos.

Tan solo hubo un problema:
al llegar al comienzo de la nada,
después de andar des-avanzando,
se abrió un abismo
donde el perímetro quedaba abierto,
pero no a un hueco,
más bien a un pico largo, en espiral,
donde la nieve se hace inútil.
La nulidad del sinsentido.

Llegar allí
hizo que todo
fuera lo opuesto del alcance
contrario de la idea.

Tal vez la vida fuera un des-andar.
Desde lo más recóndito de un gesto
hasta llegar a lo que fue prudente.

En el sentido estricto del poema.

Tal vez sea eso,
mirar lo escaso y ver sus ondas.
                                           Tal vez ni eso
sea.