lunes, 28 de noviembre de 2011

PREGUNTAS


                                                    Foto de Pedro Meyer

A estas alturas no es cuestión
de decidir preguntas sin sentido
como la que se dice todo el mundo,
esa que empieza tan valientemente
que de dónde venimos, y a mí qué,
o a donde vamos, que es peor.
No es cuestión de saber,
ni tan siquiera preguntar
que quienes somos, para qué.

Y digo yo,
no es más decente estar, tan sólo estar,
decir lo justo y necesario,
como la sopa no me gusta,
la encuentro fría o está algo seca,
y dejar las preguntas sin motivo,
esas que cuesta verle una salida,
a esos niños molestos, tan sabiondos,
que acabarán los pobres siendo hombres,
con lo que eso conlleva, mal asunto,
en vez de piedra, que no duele, o río
que se amolda, se deja, que no mancha.

A estas alturas mi preocupación
es saber cómo y cuándo,
mirar que no se acerque más lo negro,
y estar atento a nada que ya es mucho.


10 comentarios:

  1. Tan cierto....Esa necesidad del hombre de enredarse en preguntas sin respuesta, quizás para no afrontar las cuestiones derivadas de su propia inmediatez, del aquí y ahora. Preguntas que sólo se responden con un movimiento o un gesto, pero que a veces no llega...Poco tienen que ver con esas grandes cuestiones, tan de cara a la galería...Me ha gustado. Beso

    ResponderEliminar
  2. Las preguntas esas que no tienen respuesta a cierta edad te las haces y es bueno que la gente joven se las siga haciendo, (creo que eso no cambia)....pero llegado un tiempo en el que "pintan muchas canas", lo que no te hayas preguntado antes, ya no tiene demasiado sentido hacerlo...si, en cambio,para mi lo tiene: sobrevivir, aprovechar los buenos instantes, no cuestionarse demasiadas cosas, querer las cosas pequeñas, las del dia a dia...es decir vivir....menos preguntas y más respuestas activas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Es cierto que la ausencia de respuestas, lleva al agotamiento de nuestra curisiodad, pero también es cierto que gracias a que muchos no han abandonado sus preguntas, hoy estoy comentando tu poema. Todos los excesos son malos por el contrario tus reflexivos poemas , siempre son buenos. Es un placer poder leerte y volver a dejar algún comentario, gracias al uso del Google chorme. Un fuerte abrazo de quien te admira y aprecia.

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Vera, Anna, Gus, por pasar y comentar.
    Un abrazo a los tres.

    ResponderEliminar
  5. No creo que haya que buscar ningun significado a la vida, pero si a lo que hacemos y porqué.El hedonismo tiene un lado oscuro que no hay que descuidar.
    un placer leerte, sugerente post¡¡

    ResponderEliminar
  6. Los profesionales de plantear y plantearse preguntas son los filósofos, se supone. Lo importante es vivir. El sentido lo vamos descubriendo o perdiendo de vista, alternadamente, según vivimos. La tesitura que tu poema expone es el grado, diría, medio y justo. En ese punto nos encontramos bastantes. Quizá sea el único probable, o en el que, sensatamente, deberíamos estar.

    ResponderEliminar
  7. Gracias, Klee, ese querer entender nuestra propia existencia es la pregunta que nos hacemos todos, incluso sin entender el mero hecho de la casualidad de la propia vida.
    José María, mientras sepamos hacernos preguntas, seguiremos estando vivos.

    ResponderEliminar
  8. Totalmente de acuerdo. Mucho bla bla y poco vivir el momento (por eso entre otras cosas he dejado el blog a merced del viento).

    P. D. La rima es deformación profesional. Por favor, ignórala.

    ResponderEliminar
  9. Pues nada, Nuria, que ese viento sea solo algo de brisa. Me gustaría seguir leyendote, sin prisa.
    (Vaya, salió otra rima) ;)

    ResponderEliminar