martes, 16 de agosto de 2011

FRAGMENTOS

                                         Foto de Àlex Fernández Bellido


7

Así como la vida es una unión
de  vidas ya vividas, me resisto
a escribir el vocablo muerte aquí.
La vida es un suceso repetido
donde toca esperar
a ver unas figuras a lo lejos,
incendiadas, al borde del camino,
donde unas son carbón, maderas otras.
Tocar esas figuras con los dedos
es saber que se está, que se es,
aunque al final el pelo se haga rojo
y esa vida vivida ya
pase al aire y respire el otro cuerpo.

Así como esa vida ya gastada,
en esa tenaz lucha por estar,
es cuando viene con su nombre
ese vocablo que no nombro,
con un futuro tan cercano y cierto.

17 comentarios:

  1. Todas las vidas se parecen, y sin embargo, cada uno la vive de manera diferente. Ni juntando dos vidas, se hace mas largo, ese final, que algun dia - lejano espero - termina por alcanzarnos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, V: ¿morir es un final? Igual es un cambio. Quien sabe, aunque tampoco importa. Bueno, sí importa.
    Gracias, Rick.

    ResponderEliminar
  3. ¿Final? No lo sé, pero lo dudo. Alguien dijo una vez que la muerte sólo es el principio pero dicen tantas tonterías. Desde luego pocos humanos la aceptan, lo cual es una lástima: al menos no tiene maldad, ya que también se lleva a los malos (o ese es mi consuelo). A mí, desde luego, que me registren. ¡Y brindo por ella!

    ResponderEliminar
  4. Mejor no nombrarlo. Sabia decisión.

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Gracias, Airun. Tienes razón. Su virtud es que nos iguala a todos. Yo creo que más que vivir más tiempo, al menos yo, elegiría vivir mejor.
    Gracias, Javier. Que conste que yo no he nombrado nada. Aunque tampoco me importaría.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  6. Como olas de un mar, siempre restituídas, constantemente en devenir....

    ResponderEliminar
  7. Se me olvidó enviarte un abrazo, José Antonio...

    ResponderEliminar
  8. Lo has expuesto muy bien, Vera. Así también lo veo yo. Realmente como olas. Se avanza, se retrocede y finalmente llegas a la orilla, pero ya hay otra ola formada y empujando.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  9. Que la vida son devenires lo expone muy bien el filósofo Guilles Deleuze. Morimos muchas veces al día.Yo diría que lo importante es cómo se vive. La muerte, en definitiva, no tiene importancia o es el cabo inevitable de un proceso. Quizá si nos obsesionáramos menos por la muerte, descubriríamos qué misterio es ése que se nos plantea: la vida.

    ResponderEliminar
  10. Efectivamente, José María. Se muere muchas veces, incluso en el mismo día. Puede que sea algo parecido a un estado de no-conciencia (por ese estado paso muy a menudo) y, la verdad, no se está nada mal. Es un estado de no-ser. Pero se está. En fin, buen verano.

    ResponderEliminar
  11. Lo que no se nombra, dicho queda.
    Un abrazo, José Antonio.

    ResponderEliminar
  12. Así es Elena. ¿decir sin nombrar?. Cómo nos complicamos! Otro abrazo para ti, y fuerte.

    ResponderEliminar
  13. Me gusta tu estilo. Me pasaré más por aquí. Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. A mi no me cabe duda alguna de que la muerte es extremadamente risueña, de lo que ya no estoy tan seguro es de que también lo sea el morir.

    Salud,
    JL (estoy seguro -sí, también- de que imaginas bien quién soy...

    ResponderEliminar