jueves, 12 de octubre de 2017

TRES POEMAS DE JULIO MARTÍNEZ MESANZA



DOMINGO SIN OCASO

EL sábado que pasan tantas cosas,
soy el guardián dormido en el sepulcro;
el sábado, que no tendría nunca
que pasar nada, están pasando cosas.
Sábado era ley, perfecto el mundo:
sirvo a la ley, y ni siquiera a ella,
pues, cuando tuve que velar, dormía
en el perfecto sábado del mundo;
en el último sábado perfecto
en que la ley y el alma se bastaban,
en que era el alma la gozosa sierva:
en el último sábado perfecto,
preludio de un domingo sin ocaso.




Y YO TAMPOCO

EL polvo y el desorden de esta tierra
no se merecen el azul hiriente
ni las nubes que solo ve mi alma
sobre los infinitos descampados.
No se merecen nada y yo tampoco.




LA MERECÍAN

LA lluvia que ha lavado las naranjas,
las últimas naranjas perezosas,
la limpia, la que viene ya sin barro.
Y esas naranjas que la merecían
solo por esperar hasta el invierno,
como merecen todos los que esperan.

                     de “Gloria”.  Ediciones Rialp, 2016