ENTRE mis dedos,
a punto de soltarlo,
el saltamontes.
¿QUIÉN será el necio
que niegue tu conciencia,
delgada espiga?
ALGO -¿qué?- cruje
bajo la suela, y cuánta
piedad alzándola.
TOCO la albahaca,
huelo en mis manos esto
impronunciable.
SIGO aquí, al pie
del árbol, mientras cae
su última hoja.
de “Más de mil vidas”
Renacimiento, 2018