martes, 28 de agosto de 2012

UN POEMA DEL REVÉS

                      Fotografía de Gregory Colbert


Tal vez sea momento de cambiar
el signo de las cosas.

Yo empezaría por el pájaro,
que no volara, por ejemplo,
así estaría en una rama quieto
esperando algún viento que fuerce su elección.
A la nube que oculta al pájaro
le haría una ventana,
así la vista iría más allá
de la primera previsión.
También podría dar la vuelta a un árbol,
que su raíz se adentre por la nube
y absorba el elemento que la forma
dejando un hueco seco como muestra.

Es el momento de cambiar las cosas.

Al árbol le pondría nombre de hombre,
así, espalda y corteza
estarían unidos el uno con el otro
y las hojas, del árbol y del hombre,
harían de recuerdos
que habrían de caerse más tarde o más temprano.
Y el pájaro,
que en un verso anterior dejamos quieto en la rama,
sería la prueba necesaria
que dictamina el fin de un nuevo ciclo.
Tan sólo faltaría
posicionar lo inútil de sus alas:
volar es avanzar a lo anterior.

Es el momento de cambiar.
Coger la parte nueva de la roca
antes de que se forme puro líquido
y no sepamos ni su nombre.
.

lunes, 20 de agosto de 2012

EUGENIO MONTEJO





ESCRITURA


Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.

No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.

Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.

Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.




LA POESÍA


La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.


miércoles, 15 de agosto de 2012

HABLAR POR HABLAR


                                 Ilustración de Erika Kuhn


Hablemos del destino.
Si uno es árbol, será papel.
Si uno es papel, será algún verso.
Si uno es verso, será dolor.
Si uno es dolor, será una roca.
Si uno es roca, será silencio.
Si uno es silencio, será un árbol.
Si uno es árbol, será papel.
Si uno es papel, será poema.
¿Sera eso lo que llaman el destino?
Hablemos del poema.