miércoles, 27 de junio de 2012

UN POEMA DE NADA


                                   Foto de Jan Saudek


Coger algo de nada,
como un trozo de nada de papel,
como la nada que antecede a una vigilia,
o esa porción tan mínima que no es ni minúscula.

Escribir esa nada en algo.
Escribir en un blanco original,
escribir en la celulosa misma,
en la propia humedad que la refresca.
Y aunque parezca que nada se escriba,
escribir algo, lo que sea,
pues algo quedará del gesto de la escritura.
Aunque sea esa nada que no vemos.

Eso que nos parece nada
es el origen del decir.
Así que si parece que no se dice nada
también es nada
lo que un ojo cerrado ve.
En cambio
dentro del ojo o del papel se nos aparece
la forma original de un pensamiento.

Eso que es anterior al óvulo,
igual que el fuego es anterior al humo.

El poema decide que todavía es pronto para resolver el interrogante. Yo, sin embargo, pienso que es pronto para tomar según qué decisiones. ¿Nada más que decir? Nada.

sábado, 9 de junio de 2012

UN POEMA INCIERTO

                      Foto de Masao Yamamoto


Hay dos opciones contrapuestas:
cruzar la calle o no cruzarla.
Aunque también pudiera haber alguna opción más.
La opción de ver pasar la gente
de una acera a otra,
siguiendo el hilo intermitente
que une las dos laderas del abismo.
Está la opción de estar parado
en el escaso punto que aún queda
entre lo que acontece y sus derivas.

Aunque también está la opción
de borrar calle y punto, incluso gente,
pasar al mundo del olvido todo.
Pero, eso sí,
dejando sólo el hilo que sustenta
los bordes adyacentes de lo incierto.

lunes, 4 de junio de 2012

UN POEMA CIEGO

                       Ilustración de Erika Kuhn
Hay miradas que invierten la mirada
avanzando hacia atrás desde delante.
Hay miradas que no se pueden llamar así:
su principal motivo es no ser vistas.
Hay miradas que abarcan más que el mundo.
Hay miradas que miran hacia dentro.
Hay miradas que ven más que su propio ojo,
o menos al torcerse su mirar.
Las hay incluso que no miran.
Hay miradas que quieren ser miradas,
o que se miran ellas mismas.
Hay miradas que nacen ciegas.
Hay ciegos que no ven pero sí miran
las formas de la luz de otra verdad.
Hay formas de mirar tan imposibles
que hacen posible el ver lo nunca visto:
un mundo dentro de este mundo.
Hay miradas que enfocan lo borroso.
Otras, en cambio, borran lo que vieron.

También hay ojos
que esperan una luz que los asombre.

Hay hombres con tres ojos que no ven.
La gravedad del párpado los cierra.

viernes, 1 de junio de 2012

NOCHE DE BELLO INSOMNIO

                                                 Dibujo de Pablo Gallo


Dime que en la floración
los leucocitos van más rápido,
que el polen de las piernas
hace tensar los músculos al máximo,
que el vello de tu fuente
sale con clorofila,
que las serpientes y las ostras
tienen la lengua como perros
sedientos, con el nervio protestando.
Dime que dejarás que tus pestañas
 resuelvan su temblor precipitado.

Nadie te mira y sigues masturbándote.