miércoles, 24 de noviembre de 2010

FOTOGRAMAS DE UN SUICIDA

13-AUN NO TOCA
Le faltaba apretar el nudo cuando creyó escuchar una llamada.
Rápidamente se bajó del taburete y fue a contestar por enésima vez.

A veces las ganas de vivir pueden crear falsas expectativas.


14-SESIÓN CONTÍNUA
Al acercarme al puente veo el espectáculo de una persona queriendo lanzarse al vacío.
Recuerdo que es lunes, el día más flojo de la programación televisiva y decido quedarme.

Hoy no me apetecen los cortes publicitarios.


15-ERRORES DE LA MEDICINA
Le analizaron minuciosamente, de vuelta y del revés. Incluso miraron debajo de las uñas, por dentro del oído, detrás de la lengua. Examinaron cualquier posibilidad y después de una breve discusión, el equipo forense dictaminó sin ningún género de dudas que el sujeto murió de muerte natural, frase muy acertada pues ciertamente no hay nada más natural que la muerte.

Nunca llegaron a saber que el tiro fue disparado desde dentro.


16-CONSECUENCIAS
Para Álex
Cuando pedía a gritos morirse, le cayó un rayo encima.

Hay palabras que requieren una reflexión antes de ser expresadas, pues todo acto va ligado a su consecuencia.

jueves, 11 de noviembre de 2010

TORMENTAS

El fotomontaje pertenece a JUAN BAUTISTA MORÁN
Su enlace: http://juanbamoran.mifotoblog.com/index.php


Me veía mayor, de edad incierta,
invertebrado e inaccesible,
como una cáscara de nuez madura.
Me notaba penumbra, polvo
acumulado en una frase
escrita con las prisas de una huida.

Todas las noches me lavaba
con la nieve sobrante de mis uñas
y descansaba con la puerta abierta,
peinado, perfumado, terso y firme,
con la esperanza de que entrara
sin llamar ese espacio que me falta.

Nunca pedí la partitura, sólo
la nota estrábica que afloje el nervio,
sólo una manta fina
que evite el picoteo de los pájaros,
una brasa encendida, sólo,
acomodada en la penumbra,
que aleje algún ladrido asilvestrado,
sólo quise certezas pocas
ni triunfos pero sí que los cuchillos
escondieran su filo para dentro,
como quien guarda sus vergüenzas

Y entonces apareces, tú,
y se abre el imperdible
y empiezan a soltarse las pestañas
y caen las grapas por su peso
y tanta nube se ha formado
que tapa la pregunta que me queda
mientras dejo secar el montoncito de sal
en el anonimato de un bolsillo.

Sólo te oculto que la luz que ves
es la que al pozo se le escapa
cansado de apretar los labios
de una boca sin lengua y sin festines.
Mas dejo que tu red me abarque
puestas a evaporar las sílabas.

Me acojo a la tormenta que me llueve
y me sana.