jueves, 30 de septiembre de 2010

LA PRIMERA VEZ

No esperas ni el cortejo.
Tus aparentes labios, remarcada
la calentura de la noche,
buscan ser despoblados aunque pierdan
por el camino el rojo adolescente.
Vas repartiendo fresas con los ojos
y llenando el arroyo de olas
dispuestas al ataque.
Sueltas la cinta rosa de tu pelo
y dejas entreabierto el imperdible
que sujeta tu falda de cuadritos.
Yo no puedo dejar de ver
la parte que me entregas
ni de oír esos gritos y esas risas
con nervios de impaciencia retenida.
Entonces, se te escapa la libélula
y respirado el polvo de sus alas
sólo falta que se nos junte un rizo
y, así, decides golpear con fuerza
hasta orillarte el himen
el tiempo que resista la afilada,
la embrutecida daga que nos vence.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

CERRADO POR HUELGA GENERAL

lunes, 20 de septiembre de 2010

REDES

El fotomontaje pertenece a JUAN BAUTISTA MORÁN
Su enlace: http://juanbamoran.mifotoblog.com/index.php

Todos los sueños siguen un sentido
donde la fibra es el tenor
de una composición estructurada.
El sueño forma siempre espacios
cosidos con las pieles de hilatura
donde la fiebre ocupa sus momentos
de reina de la noche,
niquelando las grietas de las sombras,
abreviando el sabor de una metáfora
agarrada a la arteria como un liquen.

Todo sueño despide el ornamento,
sea una hebilla, un cordón, un nudo, el roce
de una nube o su escarcha, sea una lengua
que cautiva o un silencio en su penumbra.

Todo sueño comienza en una luna
aunque esa luna nazca de una gota
de lejía, a pesar de que esa gota
se retenga en un ojo sobreexpuesto
cansado de ablandar arcillas,
de afilar cartabones, rotos
en el lóbulo izquierdo de su ceja.

Y cuando el ventanal se opere los juanetes
y nos abra de par en par sus piernas,
tirada ya la red
que obliga a contestar a las preguntas
sólo falta contar el número de versos.
Rota ya la deriva,
la pretensión es calcular
el espacio que queda entre las ramas
y decidir el salto
aunque la lluvia sople y moje el viento.

martes, 14 de septiembre de 2010

DEFINICIONES

-VACACIONES:
Unidad de felicidad directamente proporcional al total de horas de siesta e inversamente proporcional con el número total de niños.

-HUELLA:
Marca, definida por la profundidad de la misma y el grado de erosión que el tiempo la mantiene.

-CICATRIZ:
Huella que ya no responde a la medicina del tiempo.

-PEINE:
Utensilio de uso diario o simplemente decorativo, dependiendo de la cantidad de pelo del usante.

-MINUTO:
Media vida de un mosquito, o eructo de un rumiante.

-OJO:
Si es tuyo, es para mirar; de otro, para ser mirado.

-PÁRPADO:
Protege de las inclemencias, tanto externas como internas.

-INTELIGENCIA:
Cualidad si se oculta o defecto si se exhibe.

-ENEMIGO:
Conviene hacerle favores hasta que sea amigo.

-AMIGO:
Está para pedirle favores, los justos para que no se convierta en enemigo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

LA EDAD DE LA INOCENCIA

Este poema ha sido escrito conjuntamente con una gran poeta, Clara Schoenborn, a la que desde aquí agradezco que me haya permitido alternar y aprender de su poesía.
La parte que ha escrito cada cual está diferenciada por colores.
Su Blog:
http://www.loqueledijealpapel.blogspot.com/


                                                                             (Fotografía extraida de la red)

Humor de una corteza dilatada,
licor que se escurre en los conductos,
se expanden las ranuras ante el remojo de esa pócima
-impostergable celo que fundirá el cristal-.
Gotea el suero de las puntas
ante el saliente del leño en su fruición,
se dilatan las cuevas impregnadas de quejidos,
de ruegos licuados en satín.
¡Pétalos sobrepasados de aroma,
buscan el surco de un pulgar!

Viene ávida y doblegada
con ese labio púrpura
y acogedoras formas de una nota,
sin conocer las consecuencias
de tan osada pose; sabe abrir
la flor de su esqueleto, adecentado
con talco lila y sabe(¿logra?) apaciguar
la calma rota, el roce del temblor
que le descose los lunares
buscando apoyo en una elipse.

Todo estorba y nada pesa
en ese enjuague de apetitos,
marea de piel desenredada,
lanza al fuego las partículas de néctar
en ataques secretos hacia el mástil
-esa mandíbula implacable que le espera-.
Crisálida condenada a la erupción,
al vuelo libre en atmósferas de grito,
a la entrega inevitable de su cáscara,
escama desértica,
fuente codiciosa de humedad.

Mientras, espera que su fantasía,
esa forma imprevista que acuchilla el sopor,
que le muerde el lóbulo,
que la cubre de hermosas hebras,
suplicantes burbujas explotadas,
deje libre el camino a sus torrentes
y apaciguado el grito
recoja las puntitas de tentáculo
de su piel despegadas,
busque la horquilla que le falta,
se atuse el pelo descosido
y ya, contenta y satisfecha,
vuelva a elegir la parte interna del cristal.