El fotomontaje pertenece a JUAN BAUTISTA MORÁN
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Descansar en el borde de la nada
y ver pasar el fin y sus principios,
dejar secar la sal, grapar la fibra
en el músculo más cercano
y orillar la ola en busca de una espuma
que espacie el nudo de las redes,
apartar hacia atrás, que no molesten,
las crines de los versos
y no olvidar la huella que ha quedado
camuflada en el charco, en sus esbozos,
cansada, ya, de acumular anillos
tatuados en su tronco, en el estigma,
en el humo de un cirio ya soplado.
Atestiguar la frase dicha
pues eso acerca el horizonte
y atrae el calor desperdigado,
pues ¿quién sería yo si no dijera
lo que hago, si no hiciera lo que pienso,
si no pensara lo que sueño,
si no soñara en lo que creo,
si no creyera lo que digo?
A eso aspiro, a escapar del cobre
y que el color no pinche, a descansar
en el canal de alguna letra,
disfrutar del vaivén de su sonido,
a sestear en la curva de un paréntesis.
Aspiro a eso, a ser
forma crepuscular de una semilla,
el ansia de emerger en el encierro,
la solución a un nudo encabritado,
vapor de un líquido que quiere
convertirse en papel, corteza pura.
En un principio quise comentar unicamente de una parte de esto que has escrito. Lo leo una segunda ocasion. Una tercera y cuerta vez.
ResponderEliminarCreo que es todo hermoso, sublime...sacudiendo un poco la conciencia e inquietando el pensamiento.
Besos,
Tu poesía es tan hermosa como alentadora. Las metáforas no hacen más que cortar el aire y fundirse con la seguridad de lo que se desea.
ResponderEliminarSimplemente magníficos versos.
Un placer leerte.
Un abrazo,
Uno desea ser muchas cosas, pero es lo que es. Ese es el resultado de sus propias decisiones ¿no seran esos realmente sus deseos?
ResponderEliminarPrecioso, las metáforas seducen e invitan a varias lecturas, es como exprimir la sustancia de ser, felicidades.
ResponderEliminarBesazo.
Aparte de gustarme el poema, me gusta cómo entreveras esos endecasílabos con métricas diversas, y cómo, con qué fluidez manejas los versos encabalgados.
ResponderEliminarPrecioso, José Antonio. Me encanta eso de aspirar a que el color no pinche o al descanso en el canal de alguna letra.
ResponderEliminarLa segunda estrofa es bellísima, de una gran carga lírica y humana.
Besos.
A mecerse por la música y la palabra. Suavemente con la suavidad de la ola. Un abrazo.
ResponderEliminarEstás en buen camino, a la sombra del paréntesis siempre se tienen buenos sueños, dicen...
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Alicia
¡Aspiras a tanto, José Antonio...! Y tal vez lo logres, con un poema tan soberbiamente concebido y cimentado... Pura materia gris balanceando armonías, contenido y forma. Abrazos.
ResponderEliminarPero como me gusta este poema, ya he pasado a leerlo, con ésta tres veces. Un abrazo.
ResponderEliminarserenidad total, para acunarse en ella. tiene música, es un poema-cajita-de-música, para hacerse mínimo y volverse núcleo. gracias. un abrazo fuerte.
ResponderEliminarEl autoexamen de lo que se pretende, de lo que se es, a lo que se aspira, en el reducido mundo interior, con la escritura.
ResponderEliminarTienes razón. La palabra sólo ha de ser la antesala de los actos.
Por otra parte, entiendo ese deseo inexplicable de sestear en la curva de un paréntesis.
Feliz con tu lectura, como siempre.
Laura
La poesía, está claro, no es cuestión de musa, sino de música. Y tu arte lo corrobora.
ResponderEliminar"Descansar en el borde de la nada
y ver pasar el fin y sus principios..."
Estos versos me llevaron desoladamente a estos otros:
Hoy he visto pisadas en la palabra "amor"
y, nuevamente, creo que he llorado.
Un abrazo.
Yo deseo no desear nada...
ResponderEliminarsin embargo esta vida es tan tentadora! o.O
Un beso!
Cada metáfora es una danza de sensaciones que embriagan.
ResponderEliminarEste poema además de hermoso es esperanzador.
Te sigo, un placer encontrarte.